martes, 14 de agosto de 2012

Testimonios del 68


Me gusta octubre; es el mes del año que más me gusta. El aire es tan transparente que la ciudad se arrellana como en una cuna de montañas, las calles desembocan en los volcanes morados, azul oscuro, afelpado de pronto —como si pudiera yo extender la mano, tocarlos y mi mano se hundiera en lomos aborregados, tibios, calientes bajo el sol de octubre; un sol que todavía calienta. .. Desde aquí no se ve nada, sólo barrotes verdes con las púas que regresan hacia nosotros, sólo la lámina verde de las celdas cerradas. Pero huele a octubre, sabe a octubre —ahora en 1969—, y trato de pensar que este octubre nuevo se llevó al de 68, antes de que todos muriéramos —porque nosotros también morimos un poco— en la Plaza de las Tres Culturas.
• Ernesto Olvera, profesor de Matemáticas de la Preparatoria 1 de la UNAM